Muchas alegrías dio Joao Miranda al Atlético de Madrid. La parroquia 'colchonera' le recuerda y le guarda un gran cariño.
No es para menos... fue él quien le dio una Copa del Rey al Atlético de Madrid. Imborrable ese gol en la final contra el Real Madrid en 2013.
Un tanto para la historia
Santiago Bernabéu. Minuto 97. El partido iba 1-1. Koke sacó un balón de córner, pero se estrelló contra la defensa madridista y volvió a sus pies.
Koke la colgó de nuevo y Miranda saltó sobre todos con el alma de cada uno de los seguidores del Atlético de Madrid. Un gol que ningún rojiblanco olvidará jamás. 1-2 y una diana que sirvió a Miranda para dar un título a su fiel afición.
Cuatro temporadas pasó Miranda en el Atlético de Madrid. 178 partidos, 13 goles y cuatro asistencias dejó el brasileño en el recuerdo de su hinchada.
En su palmarés con el Atlético, una Liga, una Copa, una Supercopa de España, una Europa League y una Supercopa de Europa. Cinco títulos que evidencian lo importante que fue Miranda para el club rojiblanco.
De Madrid a Milán
Tras una larga temporada en el Atlético, Miranda se fue al Inter... y allí sigue. Tres campañas acumula el defensa como 'nerazzurro'.
El Inter y el Atlético medirán fuerzas en la International Champions Cup. Un partido, sin duda, especial para Joao Miranda.
El esperado reencuentro
El brasileño vuelve a la que un día fue su casa. Aunque, como diría Neruda, "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos...".
Porque el tiempo ha pasado y las cosas han cambiado. Miranda dejó al Atlético jugando en el Vicente Calderón. Ahora tienen una nueva casa a varios kilómetros del Manzanares, el Metropolitano, donde, por cierto, posee una placa con su nombre.
Pocos quedan ya que compartieran vestuario en su día con Miranda: Juanfran, Godín, Filipe, Koke y Diego Costa. En el banquillo sigue, eso sí, Diego Pablo Simeone.
La afición espera ese reencuentro con Miranda. Porque la hinchada 'colchonera' siempre sintió al brasileño como uno de los suyos. Y cuando alguien de la familia vuelve a casa, aunque sea de visita (o aunque sea de rival...) es un momento para celebrar.