Este 13 de agosto de 2018 se cumplen diez años del debut de Gerard Piqué con el primer equipo del Barcelona. El entonces jovencísimo defensa había renunciado a todo en Inglaterra para volver al equipo de sus sueños. Contaba con la confianza de Guardiola pero, pese a su anterior buena cesión en el Zaragoza, pocos esperaban que pudiera convertirse en el jugador que ha sido para el Barça durante la última década.
Han sido diez años en los que el central ha disputado 447 partidos oficiales, con la friolera de 37.617 minutos de juego, en los que ha conseguido anotar 41 tantos y repartir siete asistencias, revelándose no sólo como un central insuperable, sino también como un jugador con cierto olfato de gol.
Al margen de sus triunfos con el Manchester United o la Selección Española, Piqué ha ganado 29 títulos vestido de azulgrana. Con la conquistada ante el Sevilla, el central llegó a las siete Supercopas de España. También ha ganado siete Ligas, seis Copas del Rey y tres Champions League. Además, ha ganado los correspondientes tres Mundiales de Clubes y tres Supercopas de Europa correspondientes a las mencionadas Copas de Europa.
Una 'vida en rosa' azulgrana que comenzó aquel lejano 13 de agosto de 2008 en una Fase Previa de Champions League. Sustituyó a cuarto de hora del final a otro futbolista que luego hizo historia en el Barça como Dani Alves. Desde entonces, una carrera de superación constante y éxitos sólo comparable a la de los más grandes de la historia del Barcelona.
Piqué supo adaptar su rol a sus condiciones y a lo que necesitaba el equipo a medida que fue madurando. Comenzó siendo un jugador contundente y tremendamente veloz, capaz de aguantarle una y mil carreras a Cristiano Ronaldo, para transformar su juego a medida que sus condiciones físicas cambiaban. Mejoró una barbaridad en la salida de balón y en el entendimiento del fútbol del Barça, siendo el primero de los creadores de juego del equipo azulgrana con sus pases desde el centro de la zaga.
Aún más limitado físicamente por su corpulencia en esta parte final de su carrera, el ex internacional español ha sabido utilizar su inteligencia para tapar las carencias que el tiempo destapa en todos los defensas al llegar a una cierta edad. Gracias a ello, sigue siendo uno de los mejores centrales del planeta y todo hace indicar que aún lo seguirá siendo durante bastante tiempo.
Probablemente nunca lleve el brazalete por pleno derecho, pues por edad y circunstancias hay otros por delante de él, pero Piqué se ha convertido en este tiempo en uno de los líderes del equipo, siendo prácticamente el capitán en la sombra del Barça durante la capitanía de Andrés Iniesta.
Nunca se ha cortado y eso ha sido probablemente lo que le ha convertido en alguien amado por prácticamente todos los 'culés' y odiado por gran parte del resto de España. En el campo, eso sí, su trayectoria ha sido y es impecable. Y ante el Sevilla, a las primeras de cambio, lo volvió a demostrar...