No es ningún secreto que al PSG se le atraganta la Champions cada temporada. Todos los años, la misma historia. Una historia que comienza con ilusión y que termina en fracaso. Esta temporada no ha sido distinta.
Ha quedado claro que a golpe de talonario no se puede hacer un equipo campeón de Europa. Hace falta algo más, y 'France Football' ha detectado cuáles son estas carencias. Son los diez pecados del PSG.
Mentalidad ganadora
El PSG lleva demasiados años ganando por sistema lo que se le pone por delante en Francia, salvo honrosas excepciones. Pero a la hora de la verdad, en Europa, el equipo carece de ese gen ganador.
El equipo no es capaz de crecerse ante la adversidad. Desde el primer minuto ante el United se vio cómo el miedo a perder atenazó a los de Tuchel. Necesita el PSG una gran noche europea, al estilo de las que vivía por sistema el Madrid, de la que vivió el Barcelona a su costa, o de la que vivió la Juve este martes ante el Atleti.
Una directiva a la altura
Nadie duda del poder financiero del PSG, ni del buen ojo de Nasser Al-Khelaïfi para los negocios, pero lo cierto es que el magnate catarí tiene demasiados frentes abiertos, y su reticencia a delegar provoca que el fútbol en ocasiones ocupe un segundo lugar.
Al-Khelaïfi dirige la cadena 'beIN Sports', como ex tenista preside la Federación de Tenis de Asia, y además está metido en la organización del Mundial 2022. Demasiado para una sola persona, y a menos de cuatro años de la gran cita catarí, se empieza a notar que no es el PSG lo que le quita el sueño.
Dirección deportiva
Lo que nos lleva de lleno a uno de los grandes lunares del PSG. Desde que se fue Leonardo, la dirección deportiva del club ha sido un manicomio. Letang, Kluivert y Henrique han pasado por el puesto sin aportar gran cosa.
Desde el tándem Leonardo-Blanc, el PSG ha visto como las guerras internas lastraban al equipo. Director deportivo y entrenador han friccionado, no han congeniado y eso ha provocado el fracaso de Emery, y camino va de pasar lo mismo con Tuchel.
Un proyecto de futuro
Es algo que es ha intentado, pero que podría naufragar antes de ser realidad. El PSG, para triunfar, para ser de verdad un grande de Europa y no un equipo intermitente, debe crear un equipo en torno a sus dos grandes estrellas, Neymar y Mbappé.
Perder a cualquiera de ellos sería la sentencia a este sueño, y lo peor es que los rumores que verano tras verano atemorizan a los ultras parisinos se volverán a repetir éste. Al menos Tuchel ha dado galones a Neymar y le ha colocado a Mbappé como escudero, aunque eso suponga sacrificar a Cavani.
Purgar y equilibrar la plantilla
Otro de los grandes pecados. Por un lado, hay que quitarse de encima a aquellos jugadores que no aportan y que sólo generan problemas a nivel interno. Por el otro, hay que reforzar las plazas que se nota que flojean.
En la Champions quedó demostrado que Alves y Buffon ya no están a la altura. Para la Ligue 1 son aún sobresalientes, pero en la máxima competición continental se les notan las costuras.
La zaga parisina es endeble, y los rivales lo saben. Su centro del campo hace aguas, porque Verratti está solo, y los rivales lo saben. La plantilla debe ser compensada, porque no sólo de ataque vive el hombre.
Mirar menos a Europa y más a Francia
Parece que para ser grande has de tener a los más grandes, pero crear en un par de temporadas un equipo de estrellas internacionales suele tener efectos contraproducentes.
El PSG minusvalora la Ligue 1. Lo demostró durante el saqueo sistemático al Mónaco de las últimas temporadas, dejando escapar a Bernardo Silva y Fabinho. El campeonato francés es una buena fuente de prometedores futbolistas, pero parece que si vienen del extranjero gustan más en París.
La capitanía
Nadie duda del compromiso de Thiago Silva como capitán del PSG, pero en Francia consideran que al equipo le hace falta un cambio también en ese sentido. Se habla incluso de Mbappé, pero más realistas serían las candidaturas de Verratti o Marquinhos.
El calendario
¿Era necesario salir en la Copa de la Liga con Alves, Marquinhos, Draxler o Cavani? ¿Y jugar contra el modestísimo Pontivy con un once titularísimo en la primera ronda de la Copa de Francia, y lejos de París? Alguien debería de haber sido consciente de lo que se le venía al PSG encima.
No se ha dado una gestión adecuada del calendario y las rotaciones. El PSG parece obligado a ganar el triplete doméstico por sistema año a año y juegan cada partido como si fuera una final. Y luego, que las estrellas están fundidas en la Champions.
Tuchel debería haber tirado de la prolífica cantera para sacar adelante esos duelos, y es extraño que no lo hiciera. ¿Quizá recibió un toque desde arriba?
Cambiar la imagen del club
El PSG es visto en Francia como un club arrogante, y más allá también. Ser un equipo con apenas 50 años de existencia, formado a golpe de talonario, y reflotado en la última década a base de 'petrodólares' es lo que provoca.
En Francia se critica mucho que el PSG use esa táctica comunicativa de buscar el odio de los rivales, presumiendo de acuerdos millonarios. Además, 'France Football' considera que el PSG presiona demasiado a los medios que no le son afines.
Superar los reveses
Por último, el PSG debe aprender a convivir con el fracaso. Y, más importante, a superarlo. El miedo a un nuevo descalabro provocó la eliminación, ni más, ni menos.
Quizá haya que invertir un poco más en psicólogos para la plantilla, para crear un equipo mentalmente fuerte. Y de este modo enlazamos con el primer pecado de este PSG, la carencia de una mentalidad ganadora.