Ser portero nunca es fácil. La de guardameta es una de las posiciones de más tensión, ya que una mala actuación puede echar por la borda semanas de trabajo. Sin embargo, ambos cancerberos demostraron con sus participaciones en sendos Mundiales que supieron realizar dos competiciones extraordinarias.
Primero lo hizo Thibaut Courtois. El belga, que será el titular durante la próxima campaña, se llevó el Guante de Oro del Mundial de Rusia disputado durante el verano del pasado 2018 tras un torneo sobresaliente.
Courtois defendió la guardameta belga durante siete partidos y solo recibió seis goles. Además, sus paradas fueron determinantes para que Bélgica consiguiera el premio de consolación: la medalla de bronce.
Lunin sí que se llevó la alegría completa. El ucraniano, que militó esta temporada cedido en el Leganés y que todo apunta a que será el segundo portero del Real Madrid en esta próxima temporada, fue el mejor bajo palos de la competición y, además, llevó a Ucrania a conquistar el mundo por primera vez.
Si su selección tocó la gloria, fue en parte gracias a él. El madridista solo recibió cuatro tantos en seis partidos y dejó su meta a cero en dos ocasiones. Su seguridad fue tal que en ningún partido lograron marcarle más de un gol.