Entre todos los denunciantes se encuentra además el cuerpo técnico, encabezado por el entrenador, Xavi Bartolo. El objetivo es reclamar las cinco nóminas que todavía no han cobrado y que el club les tiene pendientes.
Se han abstenido los jugadores del filial, que han decidido no entrar en esta contienda jurídica. La denuncia pretende alcanzar dos objetivos distintos para el bien común de los empleados del Reus.
Uno de ellos es el de cobrar la parte del salario en trámite, que se pagaría a través del Fondo de Garantía Salarial, mientras que el segundo es rescindir el contrato que les une con el Reus.
Mientras, los nuevos compradores del club andan a la espera de la resolución definitiva de la sanción para poder actuar en consecuencia, luego se analizará la situación de cada trabajador. Se prevé un proceso largo que podría llegar hasta los seis meses.