La rivalidad entre Holstein Kiel y St. Pauli va más allá de lo meramente deportivo. Ambos compiten por la supremacía en la zona hanseática (como con el Hamburgo o el Lübeck), pero además le separa una rivalidad ideológica.
Porque mientras el Holstein Kiel se declara apolítico, parte de su hinchada es de tendencias derechistas, algo que choca frontalmente con la ideología del St. Pauli, de izquierdas de principio a fin.
Es el cóctel perfecto para que algo sucediera en el duelo liguero que enfrentó a ambos conjuntos en la séptima jornada de esta temporada. Visitaban los de Hamburgo la ciudad portuaria de Kiel, y durante el calentamiento previo al partido ocurrió lo que algunos se temían.
Un grupo de radicales, encapuchados y enmascarados, saltaron del fondo ocupado por los aficionados del Holstein Kiel, recorrieron todo el campo y lanzaron bengalas al que ocupaban los visitantes.
Lo que no se esperaban es que fueran los jugadores del St. Pauli los que fueran a darles caza, a perseguirles y a inmovilizarles para que las autoridades les sacasen del campo a la fuerza.
Una escena pocas veces vista, sobre todo porque los jugadores del St. Pauli evitaron usar la violencia, como quizá a alguno se le pasó por la cabeza, para detener a los agresores. Hubiera sido mucho más fácil poner una zancadilla o dar una patada, pero no sucedió.
En su lugar, un agarrón, un abrazo, una inmovilización para facilitar la tarea a la seguridad del estadio, que le entregó a la Policía a los responsables para que pasasen a su disposición.
El partido, por cierto, se lo llevó el St. Pauli por un gol a cero, obra de Flum al filo del descanso.
St Pauli en el campo, en la grada y en la calle, todas siempre Antifascistas
— Sare Antifaxista (@Antifaxismoa) 19 de septiembre de 2017
Jugadores contra ultras Kiel https://t.co/b6yiTS6z8p