Parecía imposible, pero este Atalanta ha demostrado una vez más que está hecho de otra pasta. Los italianos conquistaron Ucrania y se metieron en los octavos de final haciendo historia. Nunca antes un equipo había alcanzado la siguiente fase de la Champions tras perder los tres primeros partidos.
Comandados por un gran 'Papu', que volvía al que fue su estadio y estuvo excelente, los de Bérgamo aguantaron en la primera parte y supieron cuándo acelerar para sentenciar el pase.
Y eso que, en el comienzo de su partido, el Dinamo de Zagreb iba ganando al Manchester City y estaba virtualmente clasificado. Pero el Atalanta no le perdió la fe al partido y supo apretar cuando tocaba.
Tras un primer tiempo con un gol anulado a Kovalenko, el 0-0 no se movió al descanso. Las ocasiones estaban repartidas, pero ambos estaban todavía con bastante calma, como si supieran que tras el descanso todo cambiaría en Zagreb.
Apoyado en un sobrio Gollini y con la magia de 'Papu' Gómez en ataque, el Atalanta fue creyendo en sus posibilidades y acabó dando la gran campanada en el grupo más loco de la Champions.
A poco más de 20 minutos del final, una buena acción individual de 'Papu' Gómez se convirtió en un centro que Castagne remachó a la red ante Pyatov. La acción fue anulada en un principio, pero el VAR corrigió la decisión del colegiado y el Atalanta festejó el 0-1.
Como buen equipo italiano, el Atalanta supo manejar el choque a la perfección. Se vio beneficiado por la roja a Dodô por una entrada a Freuler y Pasalic sentenció a centro de Malinovskyi en una acción en la que Pyatov pudo hacer bastante más.
De ahí al final, festejo y felicidad en un Atalanta que aún haría el 0-3 en el tiempo añadido por mediación de Gosens, mientras el Shakhtar siguió topándose con Gollini. La Europa League, eso sí, consuelo mínimo para los ucranianos.