Los de la casa tiraron del carro para recuperar el buen camino. Pellicer y el Málaga llegaban tocados por la mala dinámica reciente, especialmente en La Rosaleda, donde el maleficio era la mar de preocupante.

Pero el conjunto blanquiazul respondió en un momento clave y frente a un rival superior por plantilla y recursos. Sin embargo, el equipo de Iraola no tuvo su día, a pesar de que lo intentó en todo momento.

Y la fortuna sonrió a los malagueños desde el principio, cuando Joaquín Muñoz adelantó a los suyos en el minuto 3 con un remate de volea que, tras tocar en un defensor, acabó batiendo a Luca Zidane.

La superioridad del Málaga se fundó en un grado mayor de intensidad en todo momento. El Rayo llegó con la calidad de sus jugones, pero los malagueños lo hicieron con el pundonor de la necesidad por puntuar.

En el 25' logró encarrilar el triunfo con el hombre del partido, don Luis Muñoz, que estuvo en todas partes e hizo el golazo del encuentro, con una volea sensacional a centro de otro malagueño, de Ismael Casas.

Con el paso de los minutos, el Málaga se asentó en su propio campo ante el juego de dominio del Rayo, que insistió por la banda de Advíncula. Escassi añadió solidez a la sala de máquinas y los locales resistieron.

El segundo tiempo no cambió excesivamente las cosas. El Málaga buscó las contras para finiquitar el partido y las tuvo en los pies de Jozabed, Chavarría y el recién entrado Caye Quintana. Y el Rayo no encontraba la fórmula para meterse en el partido.

Dani Barrio fue clave en la victoria de los de Pellicer, ya que intervino en algunos momentos y, en el tramo final, en un disparo lejano de Pozo. Pero la victoria se quedaría en casa, porque el Málaga se ha reconciliado con La Rosaleda.