El Barça superó los mil pases ante el Granada, Sergio Busquets recuperó la tiranía perdida... pero tiró menos a puerta que en los dos últimos encuentros, por ejemplo. Y ganó por un exiguo gol, obra del de siempre, Leo Messi.
Ante el Atleti, en Supercopa, el conjunto azulgrana disparó 16 veces, 12 dentro del área y a puerta en nueve ocasiones; ante el Espanyol, días antes, firmó 14 tiros, 12 de ellos dentro del área y siete a la portería contraria.
Frente al Granada, aparentemente lo buscó más si se aprecian los lanzamientos totales, pero casi todo ello en posiciones no próximas y sin demasiada claridad. Si algo ha definido al cuadro catalán estos años es su capacidad para definir en las inmediaciones de los porteros contrarios y desdeñar el intento lejano. Ante el equipo nazarí completó 18 tiros, pero solamente nueve en el área y seis a puerta.
Más datos que revelan que el Barcelona deberá moldear su mejorada posesión y asociación: de los 1.005 pases que dio el equipo, apenas 203 fueron hacia delante. Y los 'culés' ocupan plazas bajas en los ratios de pases que acaban en tiros generados.
Por ejemplo, necesitan los azulgrana un total de 113,1 pases para registrar un disparo a puerta (el cuarto peor de la Liga), mientras que para producir un pase clave, aquel que deviene en acción de peligro, el Barça debe sumar al menos otros 67,2 (la peor cifra del campeonato). Las gráficas del laboratorio de ProFootballDB así lo muestra.
A Setién le criticaron en Sevilla en más de una y dos ocasiones que su gusto por el toque no se tradujese en goles u oportunidades. El Barça es otra cosa. La idea lleva a un fin, y en el Camp Nou deberá afinarla para lograr el objetivo último: dominar, marcar, gustar y ganar partidos y títulos.