El conjunto austríaco, que sumaba tres partidos consecutivos sin ganar en la liga de su país, empató 1-1 al final de los 90 minutos y no pudo desempatar el choque en la prórroga. Después, desde los once metros, y con dos paradas del portero Richard Strebinger, selló su pase hacia la siguiente ronda de la Copa austríaca.
Antes, marcó Christoph Knasmullner para el Rapid Viena al inicio de la primera parte y, de penalti, empató al filo del descanso Marko Kvasina para el Mattersburg. Esos goles no fueron suficientes para ninguno de los dos equipos que, tras 120 minutos de juego, tuvieron que enfrentarse a los penaltis.
Con esta victoria, el Rapid Viena cogió aire después de un inicio dubitativo de temporada. En la Liga Austríaca ocupa la séptima posición, fuera de la lista de los seis primeros que lucharán por el título a final de curso. En la copa sigue adelante y en la Europa League se estrenó con una victoria por 2-0 sobre el Spartak Moscú.