Carles Busquets
El padre de Sergio defendió la portería del Barcelona durante un par de campañas. Pese a sus flojas actuaciones como sustituto de Zubizarreta, Cruyff confió en él, aunque contaba en plantilla con otro guardameta a priori más fiable que el catalán, Julen Lopetegui. Es, junto con Angoy, uno de los peores que ha jugado en el Barcelona, pero en el Camp Nou no olvidan a Vítor Baia, Richard Dutruel o Rüstü.
Massimo Taibi
Muchos se preguntan cómo un portero como él, que ni tan siquiera llegó a debutar con Italia, fue capaz de jugar en el Milan y el Manchester United. Sus buenas actuaciones en equipos menores se lo permitieron, pero en los 'red devils' su rendimiento fue calamitoso. Es conocido como el 'veneciano ciego' en Inglaterra por un error en un disparo de Le Tissier.
Albano Bizzarri
El argentino llegó al Madrid sin que nadie se explicara cómo lo había conseguido y, de golpe y porrazo, disfrutó de varias titularidades. Su bajo rendimiento hizo que Vicente Del Bosque apostara por Casillas y Bizzarri acabó cedido y traspasado al Valladolid.
Henrique Hilário
El portero portugués fue un joven y exitoso debutante en el Oporto allá por 1996, pero rápidamente se vio que no disponía de las condiciones necesarias para jugar en los 'Dragoes'. Sin embargo, cuando ya nadie esperaba nada de él, con 31 años llegó al Chelsea como sustituto de emergencia de Cech y Cudicini. El azar quiso que ambos se lesionaran, por lo que Hilário defendió durante varias jornadas la meta 'blue'. Sobra decir que con poco acierto.
Roy Carroll
Sus actuaciones le llevaron a los 'red devils', un equipo que tras la salida de Schmeichel estuvo varios años sin un recambio de garantías. Solo la 'ceguera' de un linier le salvó en una de las cantadas más grandes de la historia, cuando dejó escapar un disparo lejano de Mendes y solo logró desviarlo una vez había atravesado la línea.
Zeljko Kalac
El gigante australiano llegó a jugar en la Champions League con el Milan. Además, pasó por el Leicester en la Premier League, donde fracasó de lleno. Tampoco en el equipo 'rossonero' le recuerdan con especial cariño, aunque sus actuaciones allí no fueron tan malas como en Inglaterra. Aún debe andar pensando cómo logró jugar en un equipo ganador de múltiples Copas de Europa.
David James
Todo un trotamundos del fútbol inglés, James llegó a disputar 214 encuentros en el Liverpool, aunque también llegó a jugar con el Manchester City, entre otros. Una palabra, 'Calamity', le define y se convirtió en su apodo en las esferas futbolísticas. Poco más que añadir.
Marco Ambrosio
Un portero de segundo (o tercer) nivel, recaló en el Chelsea en la etapa de Claudio Ranieri para ser reemplazo de Cudicini y Macho, aunque la lesión de ambos le otorgó ciertas oportunidades de jugar. Su rendimiento fue nefasto y, tras disputar únicamente una campaña con los 'blues', salió por la puerta de atrás.
Hans Jörg Butt
El portero alemán fue internacional con Alemania y disputó bastantes encuentros en el Benfica y el Bayern de Múnich. Tan buen lanzador de penaltis como discretísimo portero, es uno de los guardametas más famosos del mundo, pero no lo es por sus habilidades, sino por aparecer en numerosos pósters como el guardameta que encajó el gol de Zidane en la 'Novena'.
Manuel Almunia
Pocos jugadores pasaron de jugar en el Eibar, Recreativo de Huelva o Albacete a hacerlo en el Arsenal. Más bien ninguno. Incluso para Almunia, el salto fue demasiado grande. Jamás encontró comodidad en la portería 'gunner' y, aunque sí que tuvo actuaciones sólidas un tiempo, la afición londinense piensa que es uno de los metas más flojos que ha tenido.