La situación de Sarabia no mejora. Su renovación sigue estancada y, por si fuera poco, durante el encuentro ante el Eibar tuvo que escuchar pitos procedentes de la grada del Sánchez Pizjuán.
Pero después se desquitó con una asistencia y un gol. Salvó a su equipo y se convirtió en el héroe inesperado de los locales. Su importancia en el cuadro hispalense es un hecho.
Eso sí, con el 0-2 en el mercador, el madrileño no estuvo acertado. La grada se cebó con el equipo y también con él, algo que pone aún más delicada su situación en el club.
Desde el pasado verano, Sarabia negocia con la entidad hispalense su renovación. Pero ahora todo está parado y la marcha del jugador está más cerca que nunca.
Para respaldarlo están sus números de esta campaña. Suma 18 goles y diez asistencias, cifras que firmaría cualquier 'crack' mundial. Los 20 millones de su cláusula son asequibles para los grandes de Europa.