La pandemia del coronavirus lo cambió todo, confinó al mundo, frenó el progreso y detuvo el tiempo. Aplazó citas, canceló planes y suspendió proyectos. Rompió los hábitos y alteró la rutina.
Se estancó la vida y también el fútbol, frenado de sopetón en la vigésimoséptima jornada, con el encuentro entre el Eibar y la Real Sociedad, jugado el pasado 10 de marzo con las gradas del estadio de Ipurua totalmente vacías. La crisis se veía venir.
Los largos días de encierro sirvieron para terminar por mitigar, progresivamente, los daños provocados del COVID-19. La puerta se entreabrió y la humanidad empezó a funcionar. La sociedad arrancó.
Tres meses después el balón está a punto de rodar. Estadios con las gradas vacías, celebraciones contenidas, mascarillas en la banda y también caras nuevas. Futbolistas arrinconados por cualquier lesión que renacen ahora y llegan a tiempo.
La Liga de las estrellas recupera a sus astros. Jugadores de renombre que lustran cualquier competición, postergados por graves e inoportunos contratiempos y condenados a la intrascendencia, disponen ahora de una nueva oportunidad, de una vida extra en la temporada.
El tiempo ha corrido a favor de futbolistas marginados del protagonismo que ahora llegan a tiempo al tren en marcha de la Liga. Es la hora del belga Eden Hazard, de Marco Asensio, de los uruguayos Luis Suárez y Maxi Gómez, del brasileño Arthur Melo, de Álvaro Morata, de Asier Illarramendi o de Bruno Soriano. Algunos de los que, entre muchos, tienen un papel reservado en el desenlace del curso y un hueco en el escenario.
Luis Suárez fue operado en enero pasado de una lesión de menisco en la rodilla derecha. El telón de la Liga se bajó inicialmente para el '9' del Barcelona, resignado a, al menos, cuatro meses de recuperación. Suárez es una baza fundamental para las aspiraciones de su equipo en este tramo final.
El delantero de Uruguay es el principal refuerzo del Barcelona, beneficiado también por la puesta a punto de Arthur y Sergi Roberto, dañados antes del parón y el confinamiento. Otra cosa es el francés Ousmane Dembelé, dado de baja en la Liga para poder fichar a Martin Braithwaite.
Eden Hazard despierta de su pesadilla, de un año plagado de sinsabores y que pretendía olvidar. El belga se había despedido del curso tras ser intervenido de una fisura en el peroné distal derecho. Había dado carpetazo a la temporada y ahora se pone a tono con el regreso próximo.
Es el gran refuerzo de Zinedine Zidane, igual que Marco Asensio, inédito durante todo el año por una rotura del ligamento cruzado en la rodilla izquierda. Es uno más el balear, que vuelve a sonreír y a sentirse hábil para la plantilla.
Thibaut Courtois y Marcelo superaron en pleno confinamiento dolencias menores. El serbio Luka Jovic ha quedado como único contratiempo en el Real Madrid mientras el Atlético Madrid ha tenido que asumir la baja provisional del portugués Joao Félix, que puede perderse alguna de las primeras jornadas a causa de un esguince del ligamento colateral medial de la rodilla izquierda aunque ya sabía que en San Mamés no iba a estar por sanción.
Pero Álvaro Morata y Thomas Lemar están a punto. El obligado descanso en el encierro han aplacado los daños musculares de ambos sufridos en la eliminatoria de Liga de Campeones contra el Liverpool. El francés en la ida y el madrileño en la vuelta.
El Valencia era el equipo más castigado por las lesiones en marzo, cuando la Liga se detuvo. Llegará a tiempo el uruguayo Maxi Gómez, con una fractura del metatarsiano de su pie izquierdo. Dos meses de baja que ya han pasado. Incluso el lateral Cristiano Piccini, sometido el martes a una cirugía reconstructiva de la fractura en la rótula derecha que sufrió el pasado mes de agosto, puede participar en los últimos partidos de la temporada. Manu Vallejo, después de cinco meses de baja, ya está a las órdenes de Albert Celades.
El Sevilla recupera al brasileño Fernando Reges, dañado en el aductor y la Real Sociedad a Asier Illarramendi, que jugó por última vez el pasado 30 de agosto, en el derbi vasco. "He dejado atrás la lesión", comenta el capitán donostiarra, restablecido de la grave lesión en el peroné que le ha tenido ocho meses fuera de la actividad. La crisis del coronavirus ha dado tiempo a Illarramendi, que planea su vuelta para los últimos partidos de la competición.
El uruguayo Mathías Olivera, que sufría problemas musculares, y David Timor, con una fractura en el metatarsiano de un pie, ya forman parte del plantel de Jose Bordalás para acometer los objetivos del Getafe.
Una de las grandes noticias cuando vuelva el fútbol será el regreso de Bruno Soriano, que no juega un partido desde mayo del 2017. El capitán del Villarreal ve la luz al final del túnel después de varias operaciones y tratamientos. En plena desescalada ha vuelto a sentirse jugador.
El encierro por el COVID-19 no ha sido suficiente para el lateral Joaquín Marín Quini ni para Yangel Herrera, con los que no podrá contar Diego Martínez para el Granada.
Después de operarse el pasado 15 de diciembre con un pronóstico de tres meses de recuperación, Óscar De Marcos ya mira hacia su reaparición con el Athletic, que ha perdido definitivamente al delantero Aritz Aduriz, que días atrás anunció su retirada.
Juanmi puede poner fin a su calvario y reforzar al Betis, al que llegó en el pasado mes de junio. Superada la fascitis plantar y los efectos del coronavirus vuelve a escena.
El serbio Nemanja Radoja, con un golpe, Rubén Rochina, se lesionó a mediados de febrero, Enis Bardhi, con un esguince en un tobillo y Carlos Clerc, una fractura metacarpiano de su mano izquierda, eran baja antes de la crisis. Tiempo después están repuestos.
Iván Ramis es la preocupación del Eibar tras su operación de rodilla. Puede reforzar al plantel de Jose Luis Mendilibar pero no llegar al arranque.
La grave lesión del meta Sergio Álvarez es la gran preocupación del Celta, que recupera a Denis Suárez y Juan Hernández, lesionados antes de la interrupción del torneo.