Según recoge 'Sport', la mujer del central tuvo varios episodios complicados en el país ruso. Pagó 400 rublos en un taxi que la llevó a la misma calle en la que estaba o se equivocó de restaurante buscando comida de su país.
"Yo buscaba un restaurante brasileño, tipo churrascaría, pero me llevaron a un sitio completamente diferente, lejos del hotel y completamente ruso", manifestó la esposa del jugador.
También explicó que, gracias al traductor, aprendió alguna palabra en ruso como 'spasiba' (gracias). La mujer de Silva estará este viernes apoyando a su marido. "Queremos ganar el Mundial. Thiago ha venido para eso", expresó.