No es fácil pasar de jugar en la Premier a la Bundesliga, tras paso por LaLiga, en poco más de dos años y medio. La forma de juego tanto de las ligas como de los clubes en los que ha militado tiene connotaciones particulares, por lo que siempre se necesita un periodo de tiempo para conocer y dominar esas circunstancias.
Coutinho no es que sea un ejemplo exacto de ello. El brasileño asombró en sus primeros meses en Barcelona. Todos esperaban una adaptación más paulatina, pero desde que llegó en enero desde el Liverpool comenzó a aportar mucho al juego del Barça. Nueve goles y siete asistencias en 22 partidos así lo atestiguan.
Sin embargo, en Múnich si está acusando el cambio. No presenta malos números, sobre todo en minutos, ya que ha sido titular en nueve de los doce encuentros oficiales que ha disputado con los germanos. Pero sigue trabajando para limar y encajar su estilo de juego y cualidades a la idea de Niko Kovac.
Coutinho se encuentra cedido en el Allianz Arena por el Barça y el Bayern ya piensa si ejecutar la opción de compra incluida en el acuerdo. Están contentos con su rendimiento (dos goles y cuatro asistencias), pero los 120 millones de euros que tendrían que abonar les hace analizar al dedillo el caso del brasileño.
Entre los pros para hacerse en propiedad con el jugador están sus grandes actuaciones en el Liverpool. Marcó 54 goles y dio 41 asistencias en 201 partidos oficiales, además de ser el líder del germen que acabaría siendo campeón de Europa.
Su edad también se estima propicia para realizar la compra. A sus 27 años, Coutinho está entrando en la madurez futbolística. Si bien no tiene la proyección y temporadas por delante de un chico de 20 años, tampoco cuenta con los errores e inconvenientes de una promesa.
La integración del futbolista al club y la satisfacción de la entidad con su rendimiento también animarían al Bayern a abonar los 120 'kilos' por sus derechos. El propio futbolista así lo aseguró recientemente: "Me siento cómodo, la interacción con mis compañeros funciona mejor día a día. Pero está claro que aún no he alcanzado mi plena forma y que tengo que mejorar".
Kovac también habló al respecto en una entrevista a 'Kicker': "Philippe es un jugador y una persona que se pone al servicio del equipo. Trabaja mucho para sus compañeros. Puede ser que muchos no lo vean. Muestra cosas en el entrenamiento dónde nos cuesta respirar. En este momento, sin embargo, a veces falta un poco de suerte".
Esas dos especificaciones finales en sus declaraciones muestran la otra cara de la moneda. Y es que el fútbol son números y resultados. Y en el club existe el entendible miedo a que esa suerte y esa mejoría no terminen dándose. No al menos para desembolsar tal cantidad.
Y es que, precisamente, otra de las contras está en el precio. El Bayern siempre ha dejado claro que no termina de entender y compartir los valores de mercado que existen actualmente. Incluso afirmaron que no entraría en el área de los 100 millones por ningún jugador.
La posición en el campo es otro de los problemas que pueden aparecer. Coutinho tiene cualidades de mediapunta. Necesita las connotaciones y libertades de esa posición, aunque es harto complicado readaptar un equipo con un dibujo y ciertos nombres intocables para jugar alrededor del 'nuevo'.
Por último están las lesiones. Si bien en Múnich aún no ha pasado por la enfermería, el ex del Liverpool cuenta con doce lesiones de más de diez días de baja en su historial. La última fue al final de la pasada campaña, si bien es cierto que las más graves no le lastraron por más de un mes y medio.