El primero y mayor riesgo que ha de asumir Cristiano si decide jugar ante el Manchester City es una recaída. Si el portugués fuerza y tiene la mala suerte de sufrir más dolor, la lesión se podría agravar. El dolor en el bíceps femoral puede indicar que hay una microrrotura algo más importante. Si así fuera, una rotura podría apartarlo más de un mes del terreno de juego.
Como le pasó a Diego Costa en la final de Champions, otro de los riesgos es que Cristiano no pueda competir al 100% y tenga que pedir el cambio en mitad del partido. O que no dé lo que se espere de él.
La final de Champions, en el aire. Si Cristiano juega y recae, la posibilidad de perderse una hipotética final sería alta, ya que el 28 de mayo está tan solo 20 días después del partido de vuelta. Cristiano ha de decidir si juega o no... pero con cabeza.