El citado diario entrevistó a los tres representantes españoles en el torneo. Todos coincidieron en que nunca pensaron que se verían inmersos en la celebración de una Copa Asia.
"Ni siquiera sabía que en Filipinas se jugara al fútbol cuando jugaba en España", confesó Carlie, actual futbolista del Ceres Negros filipino. Silva, ex de Málaga, Xerez o Cádiz, milita a sus 34 años en el Kedah de Malasia, mientras que Patiño juega para el Buriram United, conjunto tailandés.
Carlie y Patiño tienen la oportunidad de representar a Filipinas gracias a la nacionalidad de su madre. En cambio, Silva se encontró con una bonita casualidad.
"Tenía un amigo, Juan Guirado, que jugaba con Filipinas. Le dije ‘¿sabes que mi abuelo era filipino?’ y me desveló que yo también podía jugar con la selección. El proceso fue largo pero es muy bonito darse cuenta que estás representando a más de 100 millones de personas", explicó.
Filipinas disputará el torneo por vez primera en su historia y lo harán con un entrenador de renombre: Sven-Göran Erksson. Sin embargo, andan algo justos de forma física y parten con desventaja al llegar con menos tiempo de preparación y concentración. Aún así y pese a la dificultad del grupo (Corea del Sur, China y Kirguistán), esperan hacer un buen papel.
"Es muy complicado. Tenemos a Corea del Sur, que le ganó a Alemania en el Mundial; China, que también es más fuerte que nosotros, y Kirguistán, a la que le jugaremos de tú a tú", analizó Carlie.
"No llegamos bien físicamente. Hay selecciones que llevan cuatro semanas concentradas y nosotros nos juntamos esta semana y después de estar 20 días de vacaciones", reconoció Silva.
Sin embargo, la esperanza no se pierde, y menos, en el fútbol: "Espero que hagamos un buen torneo. Nos enfrentaremos a equipos muy superiores pero lo haremos desde la máxima de que el fútbol son once contra once. Eriksson llegó hace poco pero tiene mucha experiencia y sabe cómo afrontar este tipo de torneos".