Los tres mentores del entrenador milagro de Primera División

Diego Martínez es uno de esos entrenadores cuya trayectoria se ha forjado a base de trabajar mucho en escenarios donde el foco mediático queda muy lejos. Desde muy pronto tuvo claro que quería ser entrenador, una carrera que el gallego comenzó con solo 18 años y que le llevó a ser el técnico más joven en debutar en Primera.

El técnico gallego habló para 'The Coaches' Voice', donde analizó todo su periplo como entrenador desde sus orígenes. Puso especial énfasis en su periodo como jugador del Sevilla FC, donde coincidió tanto con Monchi como con tres entrenadores que le marcaron.

Se trata de Unai Emery, Míchel y Jorge Sampaoli. De los dos primeros fue asistente técnico, mientras que con el argentino coincidió en su etapa en el filial hispalense. "Estuve muy cerca de ellos y me hicieron aprender mucho en mi etapa en Sevilla. También Monchi y otros profesionales del club", confesó.

Por otra parte, Diego Martínez también habló de su juventud: "Entiendo que pueda sorprender que haya llegado a Primera División con solo 38 años. Sin embargo, yo no le presto mucha atención a lo de ser el entrenador más joven de la competición".

Pese a ser original de Vigo, sus días como técnico comenzaron en la misma ciudad donde actualmente enamora a LaLiga. En Granada estudió Ciencias del Deporte y comenzó a entrenar en el fútbol base del Imperio de Albolote y el Arenas de Armilla: dos equipos del Área Metropolitana de la ciudad.

Diego confesó que es una situación con la que lleva conviviendo "en todas las categorías" por las que ha ido pasando. "La oportunidad me llegó después de estar 18 años picando piedra. Entrené a chicos de 14 y 15 años, 17 y 18, en Tercera División, Segunda División, Segunda B o como ayudante técnico", recordó.

El entrenador rojiblanco apuntó dos nombres, los de Augusto Delgado y José Manuel Molina Maza, presidente y director deportivo del Arenas de Armilla, como claves en el devenir de su vida deportiva: "Viéndolo ahora, no sé si eran unos visionarios o unos inconscientes por darle a un chico de 25 años la oportunidad, pero al final salió bastante bien para todos".

Y sobre su etapa actual, el técnico gallego subrayó el hecho de haber recuperado "la unión de la afición con el equipo". "Al principio de la temporada pasada, la idea de ascender se planteaba una utopía. Un imposible que conseguimos alcanzar a base de humildad y sacrificio en el día a día. Teniendo también de nuestro lado los momentos decisivos, esos que en Osasuna no se dieron", concluyó.