Tiembla Alemania, tiembla Europa. El Bayern se encuentra en pleno relevo generacional y todo el mundo sabe lo que eso significa. El gigante dormido ha despertado, y te va a fichar a tus mejores jugadores.
"Vamos a darle un lavado de cara al equipo durante el año que viene", dijo Uli Hoeness hace unas semanas. Varios jugadores clave, como Robben y Ribéry, se irán este verano, pero no serán los únicos.
Según el diario alemán 'Bild', el Bayern tiene preparados 200 millones de euros para hacer efectivo ese relevo. El fichaje de Lucas sería sólo una parte del plan muniqués para reinventarse una vez más.
La renovación ya ha comenzado. Poco a poco. Con la irrupción de Kimmich, o con los fichajes de Süle, Goretzka y Gnabry. El Bayern tiene ahora mismo diez jugadores de 30 años o más en plantilla. El relevo generacional o se hace, o te llega.
De ser cierto esto, nos espera un verano movido. Los otros grandes clubes de Alemania ya se preparan para la habitual acometida del Bayern, pero esta vez será algo internacional. Empezando, o no, por Lucas Hernández.
El Bayern ha estado luchando siempre contra un mercado que considera hinchado artificialmente, pero parece que no le va a quedar más remedio que olvidar por un tiempo su austeridad y alimentar a la bestia. Pasar por el aro. Tragarse el orgullo para seguir siendo el gran tirano de Alemania.