Ha sido un año difícil para todos, pero a Lucas Hernández le da la sensación de que se ha cebado con él. Así lo confesó, en una entrevista concedida al diario alemán 'Kicker'.
2020 no empezó bien para él, y continuó peor. "No fue un año fácil. Estuve lesionado la primera temporada y media, ese ha sido definitivamente el peor momento de mi carrera, muy complicado. Luego recuperé la suerte. He podido volver a jugar y ahora estoy disfrutando del fútbol otra vez", comentó.
Pero no fueron solamente problemas físicos. Sus causas con la Justicia española reaparecieron por sorpresa. "Fue un momento muy difícil para mí. Como saben, fui a ver a mi esposa en ese momento", relató.
"Cuando se trató el tema, ella estaba y todavía está embarazada de nuestro segundo hijo. Ni mi esposa ni yo entendimos por qué el fiscal abrió un procedimiento en mi contra", apuntó también el zaguero francés.
Mucho se habló entonces sobre si el Bayern le daría salida, pero él ha asegurado que ocurrió todo lo contrario. "Pero aquí tengo que agradecer al FC Bayern, que siempre ha estado a mi lado. Los gerentes entendieron mi situación y me ayudaron", afirmó.
"Mis abogados también siempre me aseguraron que no se presentarían cargos, que no tenía que preocuparme. Fue un incidente de 2017, eso quedó en el pasado. El presente es que mi esposa está embarazada, que la amo y que ella me ama. Al final, no resultó en una condena, pero aun así fue un momento difícil para mí", destacó Lucas.
De hecho, se ve hasta que finalice su contrato en el Bayern, y más allá. "Estoy solo a la mitad de mi contrato, así que todavía hay mucho tiempo para hablar con el club. Todavía no pienso en el futuro. El caso es que soy feliz aquí y agradezco al club todo lo que ha hecho por mí", explicó.
"El primer año y medio en el Bayern fue definitivamente el peor período de mi carrera, muy complicado. Fue una gran transferencia, con mucho dinero en juego, sin duda. Intento reembolsar cada euro de la inversión en mí con todo mi empeño", añadió, para finalizar.