El pasado mes de diciembre, Lucy Bronze se alzó con el premio The Best a Mejor Jugadora del Mundo por la FIFA, un prestigioso galardón con el que se convirtió en la primera defensa de la historia en conseguirlo, tanto en hombres como en mujeres.
La ex jugadora del Olympique de Lyon, ahora futbolista del Manchester City, cerró así un 2020 magistral con el que puso el broche de oro con este premio, y superó a la danesa Pernille Harder y a la francesa Wendie Renard en las votaciones.
Pero lo que muy pocos conocen es el complicado camino que la mejor jugadora del momento para el máximo organismo europeo tuvo que recorrer hasta tocar el cielo con sus dedos.
Tal y como ha desvelado la propia Bronze en una entrevista a la FIFA, tuvo que trabajar en un bar para poder pagarse los estudios cuando era jugadora del Everton, ya que nació en una familia humilde.
Ahora, Lucy Bronze es una de las mejores jugadoras de todo el planeta, icono del fútbol inglés, ganadora del premio PFA como Jugadora del Año dos veces y Futbolista del Año en 2018 por la 'BBC'.