Luis Suárez sí marca la diferencia en el Granada, que encontró el camino para volver a ser el equipo que deslumbró en el inicio de temporada. Con el billete de Europa sellado, los de Diego Martínez pueden centrarse en la Liga de cara a este difícil tramo del mes de diciembre.
Y el Granada regresó a su mejor nivel, en parte, gracias a su solidez defensiva. Duarte y Nehuén no dejaron ni un resquicio para la sorpresa del Elche. El apoyo de Gonalons en el apartado físico y la organización con el balón de Luis Milla fueron clave para desperdigar el intento de reacción ilicitana.
Al principio del choque, el conjunto rojiblanco ya dejó ver lo que tenía encima de la mesa: un juego rocoso sin balón y unos contragolpes sensacionales. En el 7' de juego, paradón sensacional de Édgar Badía al cabezazo a bocajarro de Yangel Herrera. El Granada, sin balón, se mostró más cómodo.
El Elche, al enfrentarse a un espejo en la idea de juego, se vio sobrepasado en todo momento. Regresó Lucas Boyé al once, pero pasó desapercibido. Eso sí, la tuvo Verdú en el minuto 18 en un saque de esquina. Ninguna intervención más de Rui Silva en el resto del encuentro.
Las cosas funcionaron en el Granada, desde atrás hacia adelante. Machís estuvo inspiradísimo y, de hecho, de sus botas salió la jugada del gol. El extremo venezolano fue un continuo quebradero de cabeza y, al borde del descanso, dejó sentado a Josema para acabar sirviendo un envío perfecto a Luis Suárez, que conectó un gran disparo de primeras y al palo corto. Entre sudamericanos andaba la cosa, y qué calidad.
Con el transcurso de los minutos, el Elche cada vez estaba más impotente. No pudo el conjunto franjiverde meterle mano por ningún sitio. El Granada, mientras tanto, reclamó una pena máxima por mano de Sánchez Miño. Parecía claro el penalti, pero el VAR no lo entendió así tras revisarlo.
En el tramo final, los de Almirón hicieron por embotellar al Granada, que lo tenía todo bajo control. Sin colgar balones al área, sin generar desequilibrio por banda... El Elche se fue ahogando en sus propias incapacidades, mientras que los de Diego Martínez saborearon un triunfo que no llegaba desde el 25 de octubre, en el Coliseum Alfonso Pérez.