El Barcelona, desde que fichó al delantero uruguayo, ha acudido fiel a su cita con la final de Copa del Rey. Pero Luis Suárez no ha podido ser protagonista de los triunfos azulgranas.
En la final de 2015, que el Barça ganó 3-1 al Athletic Club, Luis Suárez se quedó sin saborear las mieles del gol, pero al menos dio una asistencia, en el segundo gol, obra de Neymar.
En la de 2016, precisamente ante el mismo rival al que se enfrentará este sábado, Luis Suárez tampoco 'mojó', pero su gafe fue a más. Se lesionó al poco de comenzar el segundo tiempo, teniendo que ser reemplazado por Rafinha. El partido se fue a la prórroga, y el Barça ganó entonces con goles de Alba y Neymar.
Un año más tarde el gafe de Suárez en las finales volvió a hacer acto de aparición. Gil Manzano le expulsó en la vuelta de las semifinales ante el Atlético de Madrid y se perdió la final, que por segundo año consecutivo se celebró en el Vicente Calderón, y que su Barcelona ganó a la revelación del torneo, el Alavés, por 3-1.
En el Wanda Metropolitano, estadio del Atleti, Luis Suárez buscará la redención. Y lo hará ante el rival contra el que se lesionó hace dos años, arbitrado por el colegiado que le privó de jugar la anterior final.
El uruguayo tiene ganas de protagonismo, y el escenario es el ideal para reivindicarse tras tres finales que no pudo disfrutar como hubiera deseado.