Luis Suárez estuvo muy cerca de no ser el gran '9' que es hoy día. En su adolescencia, era un futbolista que no destacaba especialmente en Nacional y que no se tomaba el fútbol demasiado en serio. Sofía, su actual mujer, ya había hecho acto de presencia en su vida por aquella época y cuando el padre decidió llevarse a toda la familia a Barcelona, 'Lucho' se llevó un duro golpe.
Decidió ahorrar dinero para poder ir a verla y así lo hizo, pero en El Prat, no le querían dejar pasar. "No dije nada. Iba con una camiseta blanca y me sangraba la nariz. Sofía me estaba esperando en el aeropuerto, pero el avión había llegado dos horas tarde y yo no podía salir. Estaba retenido ahí y no sabía por qué", recuerda.
Finalmente, una libreta con números y direcciones le valió que le permitiesen la entrada a Barcelona: "Me dijeron que no tenía una dirección a dónde ir. Expliqué que iba a pasar unos días viendo las montañas y el mar, que era lo que había visto desde el avión. Se abrió la maleta y la tía de Sofía me había dado un paquete con números de teléfonos y direcciones".
Allí estuvo quince días y vio el Camp Nou desde fuera, pero no pudo hacer el tour porque no tenía dinero. El resto, es historia. Luis Suárez pasó del Nacional al Groningen, equipo al que llegó, entre otras cosas, para estar más cerca de Sofía. De ahí pasó al Ajax, de ahí al Liverpool y de ahí al Barcelona, en el que ahora es una pieza clave. ¿Quién lo hubiera dicho teniendo en cuenta su primer día en la ciudad?