El Inter de Conte siguió paseando su eficacia en la Serie A y se impuso al Bologna para meter presión a la Juventus. Eso sí, los 'nerazzurri' lo pasaron mal y solo en un último arreón, a poco del final, pudieron dar la vuelta al choque.
Romelu Lukaku, autor de un doblete, se echó el equipo a la espalda y obró la remontada con polémica, pues el segundo tanto llegó de penalti y antes el Bologna había reclamado uno en el área contraria por un agarrón a Rodrigo Palacio que parecía falta fuera del área.
El choque quedó marcado por el tanto de Roberto Soriano a media hora del final. El ex del Villarreal recibió un balón franco y la puso lejos del alcance de Handanovic después de que su choque rozara en un rival y despistara al meta.
El Inter lo intentó de todos modos y se volcó sobre la meta de Skorupski, ante un Bologna demasiado metido atrás con el 1-0.
El tanto de la igualada lo firmó Lukaku con un cuarto de hora por delante al aprovechar un rechace en el área pequeña. Entonces, los de Conte convirterion en un asedio los últimos instantes, con un Bologna que vivía del contragolpe y pedía la hora.
En el 90', un penalti discutido de Orsolini sobre Lautaro Martínez lo transformó de nuevo Lukaku para dar tres puntos de oro al Inter. Sin Icardi y con todos los problemas de los últimos años olvidados, parece que este equipo está para pelearle el título a la Juve. Al menos, Lukaku así lo creyó.