Lukaku ha llegado a Milán para ser importante y volvió a demostrarlo ante el Parma. Justo cuando más lo necesitaba su equipo, que perdía 1-2 al descanso.
En el 51', el belga recibió un regalo de Candreva en forma de pase de gol que no desaprovechó. Aunque no lo tuvo fácil pese a estar sin portero: el delantero tuvo que revolverse, orientar la bola y remacharla al fondo de la portería.
Sin embargo, el juez de línea observó fuera de juego del asistente, algo que el VAR arregló tras una larga espera que superó los tres minutos.
Antes, el asistente había adelantado al Inter en el minuto 23, pero a la media hora de juego ya ganaba el Parma gracias a los tantos de Karamoh y Gervinho.