No son días fáciles para el ex entrenador del Girona, que está en la picota tras la caída en picado que está experimentando el Sevilla, agudizada tras el 2-1 ante el Huesca.
Al término del choque, estaba visiblemente enfadado, algo que se acrecentó con las cuestiones que le trasladaron los medios de comunicación.
" ¿Cómo va a estar el vestuario? Fastidiado, como lo estamos todos por cómo se produjo la derrota. Fue excesivamente cruel, pero nos tenemos que levantar", comentó.
Según Machín, hicieron "muchas cosas mal". "No puede ser que nos tiren tan pocas veces y nos hagan tantos goles y no puede ser que demos esa sensación de endeblez. El vestuario está dolido, eso me demuestra implicación pero no queda otra que levantarnos", añadió.
Sobre el VAR tampoco quiso explayarse mucho: "Lo tuvimos muy cerca, pensamos que teníamos dada la vuelta al marcador y estuvimos realmente cerca. Pero al final la decisión del VAR nos los impidió y nuestro exceso de ambición nos hizo dejar un último contraataque. Hay que hacer autocrítica".