Mackay lleva al Sabadell a un paso de la gloria

El 'play off' de ascenso a Segunda División deja momentos únicos. Alegres para aquellos que pasan. Tristes para aquellos que ven finalizada la temporada, más aún cuando ocurre en los penaltis.

120 minutos de sufrimiento fue los que se vivieron en el Ciudad de Málaga antes de que los porteros se hiciesen los protagonistas y que acabase en un paradón de Mackay al décimosexto penalti.

Antonio Hidalgo, que volvía a una ciudad que le veneró años atrás, dotó al Sabadell de un entramado defensivo que apenas pudo sobrepasar la Cultural Leonesa durante la primera mitad.

Tuvo el cuadro catalán las ocasiones más claras. El 0-1, tras el gol de Néstor Querol de falta directa, se quedó incluso corto, pese al disparo de Héctor Hernández, otro ex malaguista.

La Cultural Leonesa, tras el descanso, se convirtió en un equipo más incisivo en busca de la portería de Mackay. Llegaron las ocasiones de peligro para el conjunto leonés y, poco a poco, pudo rondar el área de nuevo.

Llegó el cansancio y con ello aparecieron los huecos. Kawaya, desde la izquierda, se convirtió en el principal baluarte del cuadro leonés, que comenzó a soñar con el pase a la final cuando Héctor Hernández puso el pie en un centro raso de Kawaya.

En los últimos minutos llegaron los nervios y los pequeños errores en defensa. Remontó la Cultural Leonesa con un golazo de Menudo, con una gran volea que hacía voltear el marcador.

Pero, cuando todo parecía claro para la victoria de la Cultural Leonesa, un balón suelto, tras una segunda jugada, le llegó a un Rubio que disparó con toda su alma para forzar la prórroga.

El cansancio hizo mella en los dos equipos. Las fuerzas se acababan, también el tiempo, y las ocasiones claras dejaron de aparecer. Solo una llegada con mucho peligro de cada equipo antes de llegar a los penaltis.

Los nervios dejaron paso a la calidad de los penaltis. Nadie falló hasta que se llegó a la muerte súbita, donde aparecieron los guardametas. Primero Leandro, volando a sacar un disparo, y después Mackay, con dos paradas que llevaron al Sabadell a la final del ascenso.