La guerra sigue abierta por la celebración de la final de la Copa Libertadores. Tras la reunión entre los presidentes de River y Boca con su homólogo de la CONMEBOL, el partido sigue sin fecha ni lugar de celebración, aunque será Argentina.
Boca sigue en sus trece y se niega a jugar hasta que el Tribunal de Disciplina emita su fallo sobre la investigación por los incidentes, en los que el autobús 'xeneize' fue atacado camino del Monumental.
Por otro lado, el presidente de River, Rodolfo D'Onofrio, comentó en unas declaraciones a 'Radio La Red' que un allegado de Mauricio Macri le seguró que el presidente quiere que el partido sea en Argentina.
"El presidente de la nación quiere y pretende que el partido se juegue en la cancha de River y va a existir toda la seguridad", comentó el directivo durante la entrevista.
Además, D'Onofrio se mostró muy sorprendido ante la decisión de la CONMEBOL de trasladar el encuentro fuera del país. "Si podemos hacer un G20 cómo no vamos a poder hacer un partido", añadió.
También tuvo un recuerdo hacia su homólogo en Boca: "Con Angelici tengo un trato cordial, pero uno le puede decir cordialmente lo de la traición. Su giro más que doler me sorprendió porque acordamos otra cosa".