El último enfrentamiento LaLiga-RFEF tuvo lugar en el Juzgado Número 12 de lo Mercantil de Madrid. De nuevo, ambos entes lucharon por el famoso partido de Miami, que esta vez jugarían Villarreal y Atlético, y expusieron sus justificaciones.
La RFEF aportó la carta de los dos equipos más grandes del campeonato liguero, Real Madrid y Barcelona, que se opusieron al partido en los Estados Unidos.
Curioso caso el de los azulgranas, pues ellos estuvieron cerca de jugar allí ante el Girona durante la pasada Liga.
"Son el organizador, pero en el aspecto deportivo la competencia recarga en la RFEF, las suyas son cero", recalcó el abogado de la Federación en el juzgado.
LaLiga se defendió: "Tiene una negativa reiterada y sistemática. Quiere ser el único proveedor del fútbol español. Trata de proteger su exclusividad y obstaculiza el posicionamiento internacional de la competición".
La RFEF se opuso a que lo de la Supercopa, partido de campo neutral, pueda compararse. "La Federación se opone al capricho de LaLiga de llevar el partido a Miami en contra del reglamento internacional de la FIFA", dijo al respecto.
El partido conocerá su sede próximamente, aunque no hay indicios esta vez de lo que puede suceder. Hace un año, sí que se veía complicado que el Girona-Barça pudiera ser allí. Ahora, no tanto.