Era el partido más atractivo de la jornada de la Premier League. Y Riyad Mahrez se encargó de dinamitarlo con un gol de bella factura que rompió la igualada en el marcador.
Un córner sacado por Kevin de Bruyne le llegó en la esquina del área a Mahrez, previo despeje fallido de la defensa del Leicester. El argelino ni siquiera la tuvo que controlar.
Mahrez la empaló con la derecha y le dio tal efecto que la mandó directamente a la escuadra más alejada de Kasper Schmeichel, que incluso se giró para ver bien por dónde entraba.
Pero la alegría del Manchester City no duró demasiado. Kyle Walker derribó al último Bota de Oro de la Premier, Jamie Vardy, y el propio delantero de los 'foxes' se encargaría de marcar.
Hizo imposible Vardy la estirada de Ederson. El delantero del Leicester envió el balón a la escuadra, demostrando que desde el punto de penalti también se pueden marcar golazos.