Maikel Mesa, el mismo que certificó la permanencia del Albacete en Segunda División en la última jornada de la pasada temporada 2019-20, evitó este miércoles que el conjunto manchego completase su metamorfosis, la de un Aritz López Garai que ha cambiado al equipo más allá del empate ante Las Palmas.
Porque los blancos tampoco empataron ante un club que acostumbre a luchar por alcanzar la salvación -sin desmerecer a nadie-. El combinado dirigido por Pepe Mel, uno de los candidatos al ascenso a Primera División, se llevó un punto de su visita al Carlos Belmonte merced a un error de Álvaro Arroyo en el último minuto del tiempo reglamentario.
Comenzó el encuentro con un ritmo de balón bastante flojo. Los dos equipos mantuvieron las líneas muy juntas y no arriesgaron lo más mínimo en ataque, lo que se traduzco en una primera media hora de juego insulsa y sin ocasiones de gol.
Interrupciones y asistencias médicas, para dar y regalar: Manu Fuster, conmocionado; Fran García, 'k.o.' tras un choque con Benito Ramírez; Álvaro Arroyo, tras un golpe de su compañero Karim Azamoum; y hasta Roman Zozulia terminó siendo atendido en el tramo final del partido.
Y pasada la primera media hora de juego, Alfredo Ortuño volvió a mandar a la olla un balón aéreo para que Fran García controlase con el pecho y batiese a un inseguro Álvaro Vallés con un lanzamiento al palo largo.
Volvió Las Palmas tras el paso por los vestuarios con ganas de meterse en el choque, pero López Garai durmió el encuentro. Solo la aparición del cansancio incrementó los envites de los canarios, pero entonces volvió a aparecer Tomeu Nadal.
El Albacete parece que sumaría su tercer triunfo en cuatro partidos, pero el colegiado, tras revisar la acción en el VAR, señaló el punto de penalti tras una mano de Álvaro Arroyo. Y Maikel Mesa no perdonó. El tinerfeño marcó y no lo celebró, pero evitó que el conjunto manchego se despegase de la zona de descenso. Los amarillos volvieron a completar otro encuentro para olvidar.