El Albacete, ahora sí lo puede gritar, continuará durante una temporada más en Segunda División. Dependía de sí mismo para lograr la permanencia e hizo los deberes. Eso sí, los entregó justo antes de que se cerraran las actas, en el último instante.
Después de un partido en el que ambos equipos pudieron marcar varios goles, Maikel Mesa se puso la capa y se convirtió en el héroe del conjunto manchego con un gol en el 90'. Menos feliz fue el final del Cádiz, que termina LaLiga SmartBank 2019-20 desde la segunda posición de la tabla y con tres derrotas consecutivas. Eso sí, con el ascenso directo en el bolsillo.
El conjunto manchego saltó al verde del Ramón de Carranza como si fuera un equipo en mitad de la tabla que no se estuviera jugando nada. Poco tuvo que ver con el equipo de la anterior jornada que goleó al Real Zaragoza... y eso que las novedades en la alineación titular de Lucas Alcaraz solo fueron Álvaro Arroyo y Diego Caballo.
El Cádiz comenzó con paciencia, hilando muy fino en sus envíos verticales e incluso elaborando las jugadas desde atrás, muy pocas veces visto en esta campaña. Tomeu Nadal, que fue el mejor de los blancos, realizó dos grandes intervenciones en los primeros minutos a un Fali que lo remató absolutamente todo. También pudo abrir la lata Edu Ramos antes de la reanudación, pero su disparo volvió a repelerlo el guardameta visitante.
Debió ponerse serio Lucas Alcaraz en el vestuario, ya que sus pupilos volvieron al terreno de juego, esta vez sí, con la actitud de un equipo que se estaba jugando la vida. No quedaba otra. Era a vida o muerte. Álvaro Jiménez y Dani Ojeda nutrieron de balones a Roman Zozulya y Chema Núñez, que disfrutaron de varias oportunidades de gol pese a no estar finos de cara a la portería rival.
Manu Fuster logró perforar la portería del rival a falta de 15 minutos para la conclusión, pero Vicandi Garrido, a instancias del linier, lo anuló por fuera de juego. Corroboró la decisión Milla Alvendiz desde la sala del VAR tras varios minutos de revisión. A partir de entonces, el Albacete asedió la portería defendida por el debutante Juan Flere.
Y a solo tres minutos de la conclusión del tiempo reglamentario, una mando de Bodiger dentro del área le dio la oportunidad a Maikel Mesa de convertirse en el héroe de toda una ciudad. El centrocampista tinerfeño transformó la pena máxima e instauró la locura en la grada del Ramón de Carranza. El Albacete volverá a jugar en Segunda División a partir del próximo curso; el Cádiz, a pesar de la derrota, lo hará en Primera. Final feliz, al menos satisfactorio, para amarillos y blancos.