Ni el Málaga se aleja de la zona de descenso ni el Extremadura se acerca a la salvación. Ambos conjuntos se complican la vida y le hacen un favor -que no flaco- a sus rivales en la lucha por la permanencia en LaLiga SmartBank.
Era un duelo a vida o muerte, puesto que ambos equipos necesitaban los tres puntos como el comer. Comenzó el ritmo del juego con la igualdad propia de un partido de tal envergadura, pero la balanza se fue desequilibrando a favor de los blanquiazules con el paso de los minutos.
Hicham Boussefiane llevó el peligro durante el primer tiempo por el costado derecho, pero pecó de individualista en las dos ocasiones que tuvo y, además del fallo, se llevó una bronca de campeonato de Armando Sadiku.
El albanés estaba muy bien posicionado en las dos oportunidades del extremo marroquí, pero fue Tete Morente quien le dio la asistencia del primer tanto del encuentro tras una gran acción colectiva.
Como si ya tuviese los deberes hechos, el Málaga saltó al verde de la Rosaleda tras la reanudación relajado e incluso confiado. Lo aprovecharon los de Mosquera para igualar la contienda en el 64' tras un par de avisos: centro lateral de Álex Díez y cabezazo inapenable de Gio Zarfino.
Ambos conjuntos lo intentaron en el tramo final del choque, pero las piernas ya no iban a la misma velocidad que la cabeza. Un Buenacasa sin confianza, un Zarfino exhausto y un Munir inspirado provocaron que el 1-1 reinara en el electrónico tras el pitido de Díaz de Mera Escuderos.
Málaga y Extremadura suman su quinto encuentro seguido sin vencer y, además, los dos con el mismo bagaje: tres de los últimos 15 puntos en juego. Lo de La Rosaleda no fue más que otra manera de complicarse la vida.