Málaga y Villarreal ya están asentados en la élite del fútbol español. A pesar de que ambos clubes han vivido descensos en las últimas décadas, el rendimiento de blanquiazules y amarillos confirma que están acostumbrados a competir con los mejores.
Ello repercute en la gran cantidad de jugadores de alto nivel que han ido pasando, en la historia reciente, por sendos conjuntos. A su vez, también se han aprovechado de la alta calidad de sus canteras.
Existe la coincidencia de que hasta 12 jugadores han vestido la camiseta blanquiazul y amarilla en LaLiga, lo que demuestra el alto tráfico que ha habido entre ambos clubes, que se medirán el próximo domingo en el Estadio de la Cerámica.
El jugador más significativo que confirma esta casualidad es Santi Cazorla, que abandonó el Villarreal el verano de 2011 con la Costa del Sol como destino. Fue el gran fichaje de la era Al-Thani y sigue siendo, con 21 millones de euros, el mayor desembolso del Málaga en su historia.
El último trasbordo entre ambos clubes lo protagonizó este pasado verano Pablo Fornals, que tomó la dirección contraria que Cazorla, tras pagar el Villarreal los 11 millones de la cláusula de rescisión del canterano malaguista.
Por el camino han habido jugadores como Gerardo, Josemi, Samu Castillejo, Samu García, Asenjo, Adrián López, Uche, Pere Martí, Edu Ramos, o el actual técnico castellonense, Javi Calleja, que disputó 31 encuentros con la camiseta del Málaga y 115 con la del Villarreal.