El inicio del partido desde luego no figuraba en los planes de Louis Van Gaal. En un arreón tempranero del Brujas, un mal rebote tras un saque de falta hizo que el primer tanto cayera del lado de los belgas. Ejecutada por Víctor Vázquez, ex del Barcelona, rebotó en la pierna de Michael Carrick y dejó descolocado a Sergio Romero, que aunque se estiró, nada pudo hacer para evitar que el esférico entrase en su portería.
Los peores temores de la afición local empezaron a aflorar. Y la mala imagen de las dos jornadas de Premier League no ayudaban a tener confianza en el equipo. Pero Memphis Depay estaba hoy en un estado de particular gracia, por no decir sobresaliente. Él y Januzaj fueron dos puñales por las bandas. Si el joven talento belga desbordaba una y otra vez por la derecha, el internacional holandés lo hacía por la derecha, internándose hacia el centro y probando a la zaga rival. Y pronto una de esas jugadas tuvo éxito.
Llegó en el minuto 13 de juego, tras un melón de Carrick que controla Depay de manera magistral en tres toques que le sirven para superar a los dos defensas que le cubrían y poder posicionarse para tirar a puerta, cubierto por otros tres defensas más. Bruzzese, cancerbero visitante, estaba tan tapado que no pudo reaccionar a tiempo al chut, que se coló por su izquierda. Empate a uno y el partido empezó a decantarse del lado local.
El Brujas parecía dar por bueno el empate, pero no así el Manchester United. Los 'Red Devils' siguieron acosando la portería rival, hasta que de nuevo Depay, a pase de Sahw, se orienta un balón que coloca magistralmente junto al poste izquierdo del portero rival. Era el minuto 43 de juego, y el partido parecía sentenciado, si el United se daba por satisfecho, claro.
La segunda parte careció de la chispa vista en la primera. El haber resuelto el partido, que no la eliminatoria, sin duda relajó a los 'diablos rojos', aunque siguieron llegando con peligro. Una vez más Depay tuvo en sus botas el 3-1, pero su disparo se fue alto, muy alto. Inexplicablemente alto. Marró una ocasión clarísima precedida de una gozada de jugada colectiva, culminada por un pase de Rooney de tacón hacia el holandés. Quizá el tenerlo tan claro, o un bote inoportuno, hicieron que la oportunidad terminase en nada.
El Brujas se quedó con 10 en la recta final, cuando Mechele, su defensa central derecho, recibió dos amarillas en diez minutos y terminó expulsado. A partir de entonces, monólogo local, que llegaba una y otra vez, pero sin materializar los goles. La entrada de Fellaini por Rooney en el 85, en principio para terminar de dormir el partido en el centro del campo, resultó determinante. Un cabezazo suyo en el añadido terminó en las redes. A pase de Depay, quién si no.
El Manchester United visitará Brujas el 26 de agosto, defendiendo la renta de dos goles, pero sin descuidarse por el tanto encajado en su propio campo.
También venció el Lazio al Bayer Leverkusen (1-0), pero con una eliminatoria más abierta, con mínima ventaja romana después de 90 minutos en Italia y con otro partido pendiente en el Bay Arena. De ahí saldrá el ganador del billete para la fase de grupos del torneo, tras un primer choque intenso, igualado y decidido al final.
No hubo gol hasta el minuto 77. No lo encontraron Miroslav Klose, para el Lazio, ni Lars Bender, para el Leverkusen, con sendos remates al poste en el primer tiempo; las dos mejores ocasiones de un encuentro sin un solo disparo entre los tres palos del equipo italiano hasta el 1-0 del senegalés Keita para el conjunto local.
La ventaja también es de un gol para el Sporting de Lisboa, que doblegó por 2-1 al CSKA Moscú y defenderá esa renta dentro de una semana en Rusia, gracias a los goles del colombiano Teo Gutiérrez (1-0, m. 12), a pase del costarricense Bryan Ruiz, y del argelino Islam Slimani (2-1, m. 82), a centro del peruano André Carrillo.
Y a su portero, Rui Patricio, que detuvo un penalti antes de la media hora al marfileño Seydou Doumbia, que después se rehizo con el 1-1 al filo del descanso; un gol que puede ser valioso a pesar de que el encuentro terminó después con derrota (2-1), pues el 1-0 en casa sería un resultado válido para el pase del conjunto moscovita.
También tomó ventaja el Astana frente al Apoel Nicosia (1-0). Un testarazo de Baurzhan Dzholchiyev en el minuto 14 alimentó su ilusión de ser el primer equipo kazako en disputar una fase de grupos de la Liga de Campeones. De ahí, ahora le separa un empate en la vuelta de la próxima semana en terreno chipriota.
El mismo marcador, 1-0, logró el BATE Borisov contra el Partizan, que, con un hombre menos desde segundos antes del descanso, por la expulsión de Marko Jevtovic, aguantó el 0-0 hasta el minuto 75, cuando Mikhail Gordeichuk marcó el único gol hasta ahora de la eliminatoria, a falta de su capítulo definitivo en Belgrado.
Mañana se disputan el resto de partidos de la ida de la fase previa: Basilea-Maccabi, Celtic-Malmö, Skënderbeu-Dinamo de Zagreb, Rapid de Viena-Shakhtar Donetsk, y Valencia-Mónaco.