Aston Villa y Liverpool se citaban en Villa Park con objetivos bien dispares. Mejor dicho, uno con objetivos y el otro sin ellos. Mientras que el club local logró la permanencia con holgura y ya no podía aspirar a posiciones europeas, los 'reds' tenían la imperiosa necesidad de vencer para seguir luchando por la Premier League.
Sin embargo, visto lo visto sobre el césped, costaría decir cuál de los dos era el que necesitaba la victoria como agua de mayo. Y es que el cuadro de Steven Gerrard salió a por todas desde el primer momento.
Fruto de ello, llegó el 1-0 a los tres minutos. Hasta en dos ocasiones evitó Alisson el gol con sendas paradas, pero a la tercera fue la vencida. Cabeceó Douglas Luiz, atajó su compatriota, pero el propio ex del Girona cazó el rebote para mandar el balón al fondo de las mallas.
Se las prometían muy felices los locales, pero el Liverpool, consciente de lo que se jugaba, supo reponerse con rapidez. Tan solo tres minutos después, Alexander-Arndold la colgó y hubo una jugada embarullada dentro del área. El cuero terminó muerto dentro del área y Van Dijk centró hacia Matip. El central neerlandés se erigió en el más listo de la clase para rematar y poner el 1-1.
A partir de aquí, bajaron las revoluciones considerablemente, aunque no por ello dejó de ser un encuentro interesante. Mané la tuvo con un cabezazo que salió rozando el palo. Instantes más tarde, Alisson le regaló la pelota a Watkins, que no acertó en el control y terminó desperdiciando la acción.
La nota negativa en el 28'. Fabinho se hizo daño tras una jugada fortuita con Coutinho y tuvo que ser sustituido por Henderson. Saltan las alarmas de cara a la Champions. Fue lo más destacable de una recta final de la primera parte en la que Keïta tuvo una ocasión clarísima, pero no llegó a rematar el pase de Arnold, que lo dejó solo dentro del área.
La segunda mitad comenzó con el cuadro del Merseyside decidido a llevarse los tres puntos. Arnold la tuvo de falta nada más comenzar, pero su tiro salió rozando la escuadra. Él mismo, diez minutos después, tuvo otro chupinazo que estuvo cerca de entrar.
Cuando sí llegó la vencida fue en el minuto 65. Un centro medido a la par que potente de Luis Díaz terminó en la cabeza de Sadio Mané. El campeón de la Copa África supo darle la dirección correcta al esférico para ponerlo lejos de los dominios del Dibu.
El Liverpool, consciente de que ahora mismo todos los goles cuentan en la lucha por la Premier, fue en busca de más. Alexander-Arnold probó con alguna internada interesante, mientras que Mo Salah, que entró en el 71', dio frescura y desborde a la banda derecha.
El ex 'red' Danny Ings estableció el empate cuando faltaban cinco minutos para el final con un buen tiro cruzado. No obstante, la jugada fue anulada por un claro fuera de juego. Minutos después, un disparo de Cash desde la derecha se fue directamente fuera.
A la postre, una importante victoria de los de Jürgen Klopp, que quedan empatados a puntos con el Manchester City, a falta de lo que hagan estos contra los Wolves en el partido de este miércoles.