Los futbolistas llevan la competitividad en la sangre. Todos quieren jugar los 90 minutos de un partido. Y en los clubes que hay mucho talento es lógico que haya enfados cuando un entrenador tiene que elegir a un solo hombre para un puesto.
En el partido contra el Crystal Palace, Mané se retiró del terreno de juego visiblemente enfadado. En su lugar entró Salah. Ni se saludaron.
Sobre elló habló Crouch en 'Daily Mail'. "¿Salah y Mané, amigos...? Lo dudo, pero eso no importa", comentó. "La cara de Mané al ser sustituido fue un poema, estaba furioso, lo sé a ciencia cierta", analizó.
Y es que, como todo 'killer', su deseo era vivir ese festín de goles (0-7) al completo. "Cuando hueles sangre como delantero, lo último que quieres hacer es salir del campo", apuntó.
Crouch entiende perfectamente esa relación que puedan tener Salah y Mané: "Yo he tenido compañeros de la delantera que sabía que nunca les gusté. Eso no me impidió hacer mi trabajo".