El pulso por la Premier League sigue su curso. El Liverpool, a pesar de tener el cruce contra el Barça, no baja los brazos para intentar hacerse con el ansiado campeonato inglés.
Nueva victoria y nuevo ascenso hacia la primera posición, un puesto que conocen muy bien. Su última víctima ha sido el Huddersfield, un equipo que lleva muerto en vida toda la temporada.
Los 'terriers' se llevaron un serio correctivo de su visita a Anfield (5-0), con la participación de Naby Keïta, Salah (2) y Mané (2). Estos tres futbolistas fueron los encargados de sellar la victoria y mandaron un aviso a navegantes.
El partido arrancó fulgurante, con un Liverpool con ganas de comerse al rival. Lo curioso es que tardó sólo 15 segundos en adelantarse el marcador gracias a Keïta, que se sirvió de un pase de Salah para batir a Lossl.
Con ese tanto, el Huddersfield cayó en la lona. Mané, que buscaba su gol, lo encontró ya en el 23' tras un centro maravilloso de Robertson. Para tener 1,75 metros de altura, el senegalés ejecutó un gran remate de cabeza.
2-0 fácil y ya se presumía la goleada. Antes del descanso, Mohamed Salah, que quería participar en la fiesta, entró a escena y tiró de una picadita sutil para batir al guardameta rival.
El daño ya estaba hecho, pero el Huddersfield seguía dejándose. Tras la vuelta de vestuarios, Mané volvió a verse cara a cara con Lossl y otra vez le volvió a marcar de cabeza. Alegría en las gradas de Anfield con el cuarto, pero quedaba uno más.
Tenía que ser Salah, el jugador más desequilibrante de un Liverpool que mandó un mensaje a Barcelona y City. El egipcio marcó a placer en el 83' tras el pase de la muerte de Henderson desde la izquierda.
Klopp y los suyos toman el liderato y ya se olvidan de la Premier para preparar el próximo compromiso. La visita a un Camp Nou quizá sin Firmino, que cuenta con unas molestias musculares y se quedó en casa ante el Huddersfield.