Hablar de Manu García es hacerlo del corazón del Alavés. Del sentimiento más puro, de la entrega y el compromiso. Como titular o suplente, su desempeño es igual que al de un juvenil que debe ganarse hasta el último minuto. Todo un ejemplo.
Su veteranía habla por él. Sus minutos de juego, también. En el último curso se fue hasta los 35 encuentros, 26 de ellos como titular. Fue clave en una campaña que acabó a la baja, aunque el nivel de los entonces entrenados por Abelardo fue fantástico.
La 2019-20 será su octava temporada consecutiva como jugador del Alavés, al que llegó procedente del Logroñés en el verano de 2012. Aquel equipo, aún en Segunda B, se construyó para ascender.
De Segunda B a Segunda y, años después, de nuevo a Primera. En la actualidad, solo el nombre de Manu García permanece en la primera plantilla de aquellos que abandonaron la categoría de bronce. El capitán de toda Vitoria.