El argentino llegó radiante, emocionado, con una sonrisa de oreja a oreja. Los aficionados que le esperaban allí quedaron con la boca abierta al ver el nuevo juguete de Maradona.
"Ya es mío", dijo el técnico de Dorados cuando se bajó del coche. "Este es el color", decía mientras incluso se atrevería a darle algún que otro abrazo.
Y por si eso no fuera poco, Maradona hizo unos estiramientos utilizando su nueva máquina, que le sirve para llevarle a todos los sitios... y para trabajar los músculos.
28 de noviembre de 2018