Un país pequeño para un gran héroe. Cualquiera que hubiera destacado un poco con esa camiseta habría sido encumbrado. Pero sucede que la gloria está reservada para uno de los menos inesperados protagonistas. La cabeza de Rebés esconde gran parte de la breve e intensa historia andorrana.
Un cabezazo suyo ante Hungría valió para canjear la primera victoria en un partido de clasificación para un Mundial desde 2004. Otro, contundente y preciso a los seis minutos de juego ante Liechtenstein, sirvió para sellar otro triunfo por la mínima que tiene un gran valor para el país.
Y es que supuso el sexto triunfo en 22 años de vida. Era amistoso para quien quisiera entenderlo así menos para los andorranos, que en este tipo de encuentros, contra rivales de un nivel similar, disponen de oportunidades pintiparadas para poner ladrillos en su pequeña historia.
Pasaron 13 años entre el antepenúltimo y el penúltimo triunfo de Andorra en una fase de clasificación. El jugador del Santa Coloma, que precisamente no está llamado a estas gestas por ser defensa, tiene ya dos vuelos legendarios para contar a sus nietos.
Aunque todavía es bastante joven, cuenta con 23 años, y muchos de sus compañeros ya lo tratan como el héroe que es. En el próximo encuentro del equipo que dirige Koldo Álvarez ya no sólo estará en liza el interés de ver qué es capaz de hacer el equipo; cada jugada a balón parado hará que los jóvenes se posen en Marc Rebés.
Check out this awesome video: Marc Rebes GOAL HD -Liechtenstein0-1Andorra 21.03.2018 https://t.co/5wIHyQx5wh
— Love Football (@taraskorytko1) 21 de marzo de 2018