Marcelino apenas ha necesitado cinco partidos para convertir el estado depresivo del Athletic en un momento de gran euforia. Comenzó cayendo ante el Barcelona en Liga (2-3), pero a partir de ahí todo han sido victorias y magia: cuatro triunfos, el título de la Supercopa y la última goleada al Getafe. Pero hay mucho más: huérfano de líderes todo el curso, dos de los clásicos, Iker Muniain y Raúl García, vuelven a brillar con luz propia.
Sus números han crecido de una manera increíble. Lo más llamativo es lo del veterano jugador navarro, que en encuentros ha marcado cinco tantos y dado una asistencia, cuando de la mano de Garitano había sumado uno y ninguna, respectivamente.
El capitán, por su parte, es pieza vital en el ataque. Ha marcado una vez y ha producido cinco asistencias, al revés que Raúl García. Antes había acumulado tres tantos y ningún pase en 17 encuentros. Y otro matiz importante: ha disputado casi todos los minutos para empezar a dejar atrás el estigma que tenía con Garitano de ser el jugador más sustituido.
El anterior técnico dejó el banquillo promediando 1,1 goles tanto a favor como en contra, por los actuales 2,8 y 1,6 de Marcelino, respectivamente. Además, aunque aún hace falta rodaje, la media de triunfos del asturiano es del 80%, cuando heredó un Athletic que solo había vencido el 35,29% de sus duelos.