No pudo brillar el Athletic esta vez. Las bajas fueron numerosas (Muniain, Raúl García y Villalibre) y Marcelino tuvo que cuadrar su once con jugadores menos habituales. Enfrente, un Valencia necesitado de puntos.
Tras la exigencia de Copa, el entrenador asturiano era consciente de que la exigencia este domingo era media: hacía falta ganar, pero sin tirar la casa por la ventana ante la bonitas semifinal que le espera a los 'leones' ante el Levante.
Y Javi Gracia buscó la sorpresa en San Mamés, aunque no la encontró en la primera parte. Mismo once, pero planteamiento más defensivo que el que se vio ante el Elche en Mestalla. Aun así, las mejores ocasiones hasta el descanso fueron para el conjunto 'che'.
Maxi Gómez no tuvo su día y apareció con varios cabezazos desviados. Unai Simón también tuvo que intervenir en el centro-chut de Gayà en el minuto 34. Pero el mazazo llegó al filo del descanso para el equipo de Gracia.
El Athletic monopolizó la posesión, pero sin demasiado énfasis en atacar al margen de las continuas internadas de Morcillo. El joven extremo, de hecho, provocó el gol con un envío al área buscando a Iñaki Williams y que Guillamón empujó hacia su propia portería.
Los de Marcelino se vieron impulsados por ese tanto y Jaume mantuvo con vida a los suyos en un mano a mano con Sancet. Parada estratosférica que precedió a un testarazo de Wass que rozó el larguero. A partir de ahí fue creciendo el Valencia.
En un córner, Paulista encontró el hueco con su testa para batir a Unai Simón e hizo el segundo tanto de la tarde, los dos por obra de los centrales del Valencia. Y al Athletic le costó reponerse de ese sorprendente empate, que, eso sí, era lo más justo.
Hasta el final, máxima igualdad con algunas ocasiones para la novedad Cutrone, Vesga o Racic de volea desde la frontal. Pasaron los minutos, Marcelino y el Valencia se dieron la mano y San Mamés se quedó con un empate que inspira para seguir achuchando.