Markel Bergara ve la luz al final del túnel

El medio vasco ya puede optar a entrar en una convocatoria (no juega desde la octava jornada) y suma más de una semana entrenándose junto al grupo. Su entrenador, José Bordalás, podría citarle para el compromiso frente al Athletic del próximo fin de semana.

Bergara ya ve la luz al final del túnel. Este jueves apareció por la sala de prensa del Coliseum Alfonso Pérez. En el club madrileño no dan puntada sin hilo y los futbolistas que atienden a los medios de comunicación antes de los partidos casi siempre tienen algo positivo que decir.

En esta ocasión, la presencia de Bergara ante la prensa era la señal final de que por fin ha concluido su plaga de lesiones. En total, cinco, dos de ellas con recaída para sumar siete y con cinco visitas al quirófano. Una lista larga que se inició con la ya citada rotura del menisco externo de la rodilla derecha durante un partido contra el Eibar del curso pasado.

"Quiero olvidar este calvario, vendrá una racha buena en 2019. En este tiempo se pasan muchas cosas por la cabeza. Nunca he sido una persona muy supersticiosa, pero se me han pasado cosas que se pueden imaginar. Quiero olvidar esa mala racha que he tenido. Creo que hecho un muy buen trabajo de recuperación y esa mala racha estoy convencido que va buena en 2019", afirmó.

Cuando Markel Bergara salió del equipo aquel ya lejano 9 de diciembre de 2017, era un hombre clave para Bordalás. Había jugado todo en Liga y sumaba 4 goles en 16 jornadas. El técnico alicantino confiaba al cien por cien en el centrocampista vasco, que volvió a jugar cuatro jornadas después para lesionarse a los dos partidos: fisura en el metatarsiano del pie izquierdo.

Entre medias, cuando estaba a punto de recuperarse, se fracturó la nariz durante un entrenamiento; después, volvió con una mascarilla en Mendizorroza y recayó de su lesión en el pie para perderse el resto del curso.

Las desgracias de Markel Bergara no terminaron ahí. Ya recuperado y listo para iniciar el presente curso, durante un encuentro ante el Boavista de pretemporada, se fracturó el húmero para perderse siete encuentros. Volvió, jugó algunos minutos en tres duelos diferentes y se rompió el gemelo interno de la pierna izquierda.

Era el mes de octubre y aún tenía otra sorpresa más: recayó de su fractura de húmero, pasó por quirófano y cuatro meses después, ya está listo. Esta temporada sólo ha jugado 50 minutos y en los últimos ocho encuentros que restan para terminar la Liga quiere colaborar en el asalto del Getafe a la Liga de Campeones.

"Ya me considero uno más en la plantilla. Intentaré entrenar lo mejor posible para ayudar dentro del campo. En el fútbol se puede ayudar de muchas formas. En este caso haré mi papel y siendo ambicioso".

Este fin de semana, Markel Bergara podría tener la oportunidad de integrarse del todo en la plantilla del Getafe. Si es convocado para jugar ante el Athletic, habrá terminado definitivamente un calvario que duró más de un año. El final, se acerca.