La Eurocopa ha terminado para Francia y lo ha hecho con varios episodios que a los jugadores les gustaría olvidar. Ya salieron a la luz trapos sucios y tanto 'L'Équipe' como 'France Football' se hacen eco de nuevos líos en la concentración. Los protagonistas, Lloris, Sissoko, Mandanda, Mbappé y el grupo en general.
El primer foco de mal rollo nació de una situación bien conocida. Unas declaraciones de Giroud en rueda de prensa quejándose de que no le pasaban la pelota detonó una grieta en el vestuario. Mbappé pasó varios días muy serio -incluso quiso responderle en una comparecencia- y, a tenor de las fuentes antes mencionadas, Lloris, Sissoko y Mandanda se enfadaron con él.
No entendieron que estuviera tanto tiempo apagado por un rifirrafe que, para ellos, era más bien anecdótico. Otros miembros de la plantilla más cercanos con el futbolista del PSG, en lugar de distanciarse, se acercaron para tratar de animarle durante los entrenamientos. Paul Pogba u Ousmane Dembélé, dos de ellos.
El segundo lío se sustentó en el hotel de concentración del equipo. 'L'Équipe' precisa que los jugadores se sintieron "confinados" porque las ventanas no podían abrirse, entre otros problemas. Pogba llegó a proponer que cambiaran de residencia temporal, aunque su idea fue desestimada. La consecuencia, que todos estuvieran de peor humor.