Lo que se vivió en Vallecas puede resultar incluso difícil de explicar. El Rayo se adelantó en el marcador tras un inicio arrollador, pero el Girona tiró de efectividad para empatar en su primer tiro. Y no conforme con eso, haría el 1-2 justo antes del descanso.
En el 45', Gumbau intentó jugar con Nahuel Bustos, que estaba desmarcado en el área. Pero mezcló sus intenciones y soltó un híbrido que contaba con la dirección del pase y la fuerza de un disparo.
La bola voló hasta un Nahuel que, sin querer, redireccionó el esférico hasta el fondo de las redes. No le importó la forma en la que llegó el gol y celebró un tanto que ponía el ascenso un poco más cerca para el Girona.
Sin embargo, el VAR advirtió a Pulido Santana de que pasaba algo, al menos, revisable. La bola golpeó, o eso parecía, en el deltoides, aunque algunos pedían mano.
El árbitro se fue al monitor y visionó las imágenes. En estas, se intuía que el balón había dado un poco más abajo del hombro, aunque parecía difícil que se considerase mano... aunque eso fue justamente lo que se acabó pitando..
Pulido Santana anuló el tanto y, acto seguido, se lio una monumental tangana. Francisco, entrenador del Girona, corrió hacia el colegiado para pedir explicaciones y calmar a sus jugadores. Y entre queja y queja, llegó el descanso en Vallecas.
June 13, 2021