El partido no pudo comenzar más cuesta arriba para Mascherano y su Hebei Fortune. El VAR, en un primer lugar, le concedió un penalti a favor después de que el colegiado no viese una mano dentro del área.
El futbolista argentino no lo dudó y tomó la responsabilidad en el lanzamiento. Sin embargo, Yulei Cheng le adivinó las intenciones y detuvo el lanzamiento desde los once metros.
Minutos más tarde, el Guangzhou se iba a poner por delante con el tanto de Zahavi. Pero al fial el cuento tuvo final feliz y el Hebei acabó remontando en la segunda mitad.