No todo el mundo puede permitirse el lujo de, con 19 años, tomar parte en uno de los partidos más importantes de la temporada. Pero claro, Kylian Mbappé no es un cualquiera. El joven prodigio, que estallara la pasada campaña en el Mónaco, tiene que ser el principal argumento de un PSG que necesita de su olfato de gol para paliar la baja de Neymar.
Tras un discreto partido de ida, el francés quiere volver a ser protagonista en Champions, la competición en la que se destapó la pasada temporada hasta que la Juventus se cruzó en el camino del Mónaco en semifinales.
Aunque debutó con el primer equipo del Mónaco en la 2015-16 y llegó a jugar 14 partidos con apenas 17 años, no fue hasta la 2016-17 cuando se abrió paso entre los 'mayores'. Disputó 44 partidos en los que pasó de ser Mbappé-Lottin a Mbappé a secas y en los que comenzó siendo un revulsivo, para ser una sorpresa y terminar por ser la estrella del Mónaco.
Fueron 44 partidos, 26 goles y ocho asistencias, pero en apenas 2.572 minutos de juego. Esta temporada en el PSG, donde ya ha jugado 32 partidos, ya lleva 2.432 minutos, que serán previsiblemente 2.522 tras el choque ante el Real Madrid. Ha marcado 16 goles y ha repartido 13 asistencias, por lo que superará seguramente sus números en el equipo del Principado.
Esta noche, ante el Real Madrid, tendrá su segunda gran prueba de fuego en esto del fútbol de las altas esferas. Tras pasar de puntillas por el Santiago Bernabéu, no puede fallar si quiere que su equipo le dé la vuelta a la eliminatoria. Con 19 años, otros lo estarían viendo desde casa, pero él está ante su hora.