No podía fallar el PSG, y no lo hizo. Recogió el guante del Lille, que ganó 0-2 en Metz, y le metió cuatro al Strasbourg en el Stade de la Meinau de la capital alsaciana.
Dejarse puntos en este encuentro equivalía prácticamente a decir adiós a la Ligue 1, pero los de Mauricio Pochettino, pese a las bajas, pese a la exigencia física de la Champions, pese a la inminencia de la vuelta contra el Bayern, dieron la talla y ganaron.
El triunfo no fue complicado, o no al menos tan complicado como cabía esperar. Que el Strasbourg esté prácticamente salvado sin duda ayudó. Tienen los alsacianos rivales más asequibles ante los que intentar sumar los cautro puntos que les falta para celebrar la permanencia.
Arrancó el partido, como no podía ser de otra manera, con el PSG apretando, imponiendo su ritmo de juego y su voluntad. Pero el primer aviso fue de los locales, contra todo pronóstico.
En el minuto 9 Thomasson, tras recoger un balón suelto en la frontal, fruto de un duro choque de Kimpembe y Diallo, soltó un derechazo que superó a Keylor y que se estrelló en el poste derecho del guardameta 'tico'.
Aquello espoleó al PSG en busca de un gol que le diese la tranquilidad, y este llegó en cuanto Mbappé empezó a carburar. Hoy tuvo un día bueno, no se dejó devorar por el ansia, y en el 16' empezó a cumplir con su papel de estrella y alma del equipo.
Recibió de Ander Herrera, algo escorado a la banda izquierda, pero no le importó. Encaró a Koné, le hizo un nudo y se plantó, casi sin ángulo, ante Sels, a quien batió con un zurdazo que se coló entre las piernas del portero belga.
Aquello fue un mazazo para el Strasbourg, y el club alsaciano no tardó en encajar el segundo. Danilo Pereira puso un balón filtrado para Sarabia, quien se aprovechó del lío que se hicieron Mitrovic y Koné para batir sin oposición ninguna a Sels.
El Strasbourg flaqueó en defensa, y lo pagó carísimo. Y el problema es que al PSG no es tan fácil hacerle gol. Los minutos pasaron, y el tercero acabó cayendo, en la última jugada del primer tiempo, una contra que finalizó Kean, para dejar el partido visto para sentencia antes del descanso.
Un descanso que tuvo un cambio sorpresa, el de Keylor por Sergio Rico. Según la televisión gala, el 'tico' sufrió unas pequeñas molestias musculares y Pochettino, a la vista de lo que se viene y con el partido en la mano, optó por darle descanso y no forzar.
La segunda parte fue un trámite para el PSG. El Strasbourg apenas inquietó a Rico, aunque llegó más que en la primera parte, y tuvo más trabajo que Keylor. Pero el portero español respondió bien a la exigencia, salvo en el gol.
El tanto de los locales, obra del recién entrado Sahi, un canterano que ni siquiera tiene contrato profesional, en su segundo partido con el primer equipo, hizo torcer el gesto a Pochettino.
Bakker, de nuevo mediocre, tuvo un error al lanzarse a cortar un balón largo para Bellegarde, y este tuvo todo el tiempo del mundo para dársela a su joven compañero, quien de primeras remató y fusiló a Sergio Rico para recortar distancias.
Fue, sin embargo, un espejismo. No hubo en ningún momento posibilidad de remontada. El PSG tenía controlado el partido, y las llegadas, puntuales, de los locales, no revistieron mayor peligro.
Y, por si quedaba alguna duda, en el 79' Leandro Paredes se encargó de anotar el cuarto y definitivo, la auténtica sentencia, un libre directo por toda la escuadra que hubiera hecho enmudecer al Stade de la Meinau de no haberse jugado a puerta cerrada.
No hubo mucho más misterio. El PSG cumplió con el trámite a pesar de todos los condicionantes, y se llevó los tres puntos de Alsacia. El Strasbourg deberá esperar a jugar contra un rival más propicio para volver a sumar y acercarse a la tan ansiada permanencia.